lunes, 17 de marzo de 2014

Carrot cake al desnudo.


Pues sí, al desnudo...


Y no es mi primera vez, no...

Ya me estrené con esta maravilla. Y la verdad, me gustó taaaaanto el resultado, que ya tenía muchas ganas de otra.


Así soy: lo pienso, lo hago. De repente pienso: ¡quiero hacer una carrot cake! ¡Y la quiero desnuda! ¡Ale! ¡Viva la libertad de expresión reposteril! ¡Y la que no es reposteril también!

Por otra parte, hace mucho tiempo que quería hacer una carrot cake para que la probara mi madre, porque sabía que le iba a encantar. En estas cosas somos muy parecidas: el dulce nos pierde, todos en general y, esta clase de bizcochos, en particular.


Hay miles de recetas de carrot cake, pero yo, fiel a mis principios y al amor incondicional que le tengo, ¡me he decidido por la de Peggy Porshen!!


Al lio:

Para los bizcochos:

Para dos moldes de 18cm.

- 140 ml de aceite vegetal.
- 200 g de azúcar moreno.
- 1 huevo batido.
- 80 g de nueces tostadas y picadas finas.
- 320 g de zanahorias, peladas y ralladas.
- 280 g de piña en conserva, escurrida y troceada.
- 290 g de harina.
- 3/4 de cucharadita de bicarbonato.
- 3/4 de cucharadita de canela molida.
- 3/4 de levadura en polvo.
- Una pizca de sal.
- Las semillas de una vaina de vainilla.

Horneamos los bizcochos un día antes de servirlos. 

Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos los moldes. los engrasamos y forramos con papel de horno.

¡Y empezamos!

Vertemos el aceite vegetal y el azúcar moreno claro en un cuenco mezclador y batimos bien. Batimos ligeramente el huevo y lo añadimos gradualmente a la preparación de aceite hasta conseguir una mezcla homogénea. Añadimos las nueces, las zanahorias y la piña y mezclamos suavemente.

Tamizamos juntas la harina, el bicarbonato, la levadura, la canela y la sal y las añadimos a la preparación húmeda en dos tandas. Mezclamos a velocidad lenta hasta que la masa esté ligada.

Dividimos la masa de manera equitativa entre los moldes. Horneamos 40/50 minutos, dependiendo del horno. Estarán cocidos cuando los bordes empiecen a separarse de las paredes de los moldes y las superficies estén doradas. En caso de duda, podemos insertar un cuchillo limpio en el centro de cada bizcocho. Debe salir limpio.

Para la crema mascarpone:

- 250 ml de queso mascarpone.
- 250 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- Azúcar glas al gusto.

En un bol batimos el queso mascarpone. Cuando esté bien mezclado le empezamos a añadir la nata sin dejar de batir y el azúcar. Batimos hasta que monte.

Para el montaje:

Cortamos y nivelamos los bizcochos de manera que nos queden cuatro iguales. Rellenamos cada uno con la crema mascarpone. Decoramos con nueces picadas.

¡Y listo! Así, sin más, sin engaños, sin adornos, desnuda.


Besazos a mogollón.


Eva.



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