jueves, 26 de junio de 2014

Monstruo de las galletas.



¡Otro año más! ¡Qué barbaridad!
 
En cuanto te descuidas... pasa una año.  Así, en un suspiro...

Pues sí, otra vez es el cumple de "mi chico de oro".
 
Guapo, inteligente, cariñoso... ¡Y taaantas cosas más. Ese es mi niño. Mi niño, que ya no es tan niño, porque tiene ya.. ¡12 añazos!
 

Ha terminado el cole, se ha ido de fin de curso y en septiembre empezaremos la aventura del instituto. ¡Uf! ¡Cómo nos cuesta a las madres que nuestros hijos se hagan mayores!!!
 
Este año, el día de su cumpleaños coincidió con el día que volvía del viaje de fin de curso, así que teníamos celebración doble.
 
El monstruo de las galletas fue el elegido para sorprender al hombretón. Y creo que le gustó y mucho.
 

¡Vamos con la receta!

 
Bizcocho de vainilla de Peggy Porschen:
 
Para un molde de 18 cm.
 
- 200 g de mantequilla, ablandada.
- 200 g de azúcar blanquilla.
- Una pizca de sal.
- Las semillas de una vaina de vainilla.
- 4 huevos medianos.
- 20 g de levadura.
 
Precalentamos el horno a 175ºC y engrasamos el molde. Yo, en esta ocasión sólo he utilizado un molde, con lo cual el bizcocho salió altísimo. Lo partí en cuatro partes y utilicé tres.
 
Ponemos la mantequilla, el azúcar, la sal y las semillas de vainilla en un cuenco mezclador y batimos hasta que la preparación blanquee y esté esponjosa.

Batimos ligeramente los huevos en otro cuenco y añadimos poco a poco la preparación de mantequilla, batiendo con rapidez. Seguidamente incorporamos la harina tamizada y mezclamos ligeramente. Esto asegurará que el bizcocho se mantenga ligero y esponjoso.


Para la trufa:
 
- 300 ml de nata fría con más del 35% de materia grasa.
- Azúcar glas al gusto.
- Cacao en polvo al gusto.

Montamos la nata y le vamos añadiendo el azúcar glas y el cacao en polvo hasta que esté a nuestro gusto.


¡Y montamos!

La técnica es muy sencilla:

Primero preparamos la crema que vayamos a utilizar. Yo, en este caso utilicé mi crema de mascarpone, que ya sabéis que me encanta. Seguidamente, la teñimos de azul y la metemos en una manga pastelera con la boquilla 233 de Wilton.

Empezamos a decorar de abajo para arriba, alargando un poco los hilos de cada pasada. Cuando ya tengamos los laterales de la tarta, empezamos con la parte de arriba, igual que con los laterales, de abajo para arriba. Y ya está, no hace falta que quede perfecto, porque no se notará.


Los ojos son de fondant y la boca una cookie.

El niño quedó encantado y los mayores también.

Besazos.

Eva.







miércoles, 18 de junio de 2014

Cheesecake de Baileys.



¿Qué pensabais? ¿Que me iba a conformar sólo con un postre de Baileys?
 
¿Cómo iba a poder soportarlo??
 
Esa botella de Baileys en el mueble bar, pidiéndome a gritos cada vez que lo abría:
 

¡Gástame!!
 
¡Úsame!!
 
¡Haz algo conmigo!!!!
 
Y claro, no me ha quedado más remedio. O eso o bebérmela (y hasta ahí de momento no he llegado).
 

Así que me fui al blog de Almita, que a parte de compartir gustos reposteros con ella, también comparto algún que otro gusto alcohólico.
 
En cuanto lo vi, lo supe: con este cheesecake voy a perder el sentido, la cabeza y... ¡mi talla de pantalón!!

 
Menos mal, que aún me queda algo de prudencia y me rodeé de mis buenas amigas (que también comparten diversos gustos conmigo) para que me ayudaran con este manjar...
 
Es como dice Alma, y tiene tooooda la razón, B R U T A L.
 

Forramos la base de un molde de 18 cm con papel vegetal y engrasamos las paredes. Precalentamos el horno a 180º C.

  
Para la base de galletas:
 
-100 g de galletas Digestive.
- 50 g de mantequilla.
- 1 cucharada de azúcar.
 
Trituramos las galleta y le añadimos el azúcar y la mantequilla derretida. Mezclamos todo bien y forramos la base del molde con la mezcla. Aplastamos bien con una cuchara y reservamos en la nevera. 

 
Para el relleno:

- 400 g de queso philadelfia.
- 80 g de azúcar.
- 1,5 cucharadas de harina.
- 2 huevos.
- 30 ml de nata.
- 60 ml de Baileys.
 
Batimos el queso con el azúcar y la harina. Incorporamos los huevos uno a uno. A continuación la nata y el Baileys.
 
Metemos en el horno 15 minutos a 180º. Pasado este tiempo bajamos el horno a 120º y lo dejamos 60/70 minutos.
 
Dejamos enfriar completamente y metemos en la nevera al menos 6 horas. Desmoldamos.
 
Para el ganache de Baileys:
 
- 100 g de chocolate negro con más del 70% de cacao.
- 100 ml de Baileys.
 
Troceamos el chocolate en un bol. Calentamos el Baileys y se lo echamos por encima.
Removemos bien hasta que esté completamente disuelto y reservamos en la nevera hasta el día siguiente.
 

Ponemos el ganache por encima del cheesecake y ¡devoramos con desenfreno!


Besazos a mogollón:
 
Eva.

miércoles, 11 de junio de 2014

Oreo gigantesca!!!


¡Si señor!! ¡¡¡¡Ueeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!.
 
Y es que, de tal palo tal astilla, y os cuento por que; este fin de semana tenemos sarao en casa (que raro verdad) hacen fiesta taurina en la calle, y justo pasa por debajo de nuestro balcón, y oye, nosotros no es que seamos muy toreros la verdad, pero si nos dan una excusa para juntar a un puñado de amigos, pues la aprovechamos...
 
El puñado de amigos, viene acompañado, por un puñadito de niños claro, así que para pedir asesoramiento para el postre, me dirijí directamente a los míos, y ganó la señorita Claudia por goleada; ¡mami haz una galleta gigantesca!! como la cookie gigante pero de oreo.
 
¡Toma ya! ¡ole mi niña! anda que es tonta. Así que me puse a buscar recetitas y me quede con la de la receta de la felicidad, que es un blog que me chifla.
 

He de decir, que sale un galletón enoooorme.
 
Para cada tapa de galletón:
 
-  320 gr de harina normal.
- 60 gr de cacao puro en polvo.
- 1 1/2 cucharadita de té de levadura química.
- 1 cucharadita de té de bicarbonato.
- 1 cucharadita de sal.
- 225 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
- 140 gr de azúcar moreno.
- 200 gr de azúcar normal.
- 2 huevos grandes.
- Una ramita de vainilla.
 
Precalentamos el horno a 170º y preparamos el molde, que al menos tiene que medir 24 cm de diámetro.
 
En un bol mezclamos bien la mantequilla con los azúcares. Agregamos los huevos uno a uno y la vainilla. Mezclamos el resto de ingredientes y listo.
 
Metemos en el horno unos 20 minutos.
 
Para el relleno:
 
- 400 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- 1 ramita de vainilla.
- Azúcar glas al gusto.
 
Montamos la nata con la vainilla y listo.
 
Ya veis que es una receta muy sencilla, lo más difícil es poner las dos partes del bizcocho sin que se nos rompa. Para ello hay que dejar enfriar muy, muy bien antes de manipularlos.
 
Para rellenarla yo usé la manga pastelera pero si no tenéis podéis hacerlo con una cuchara y alisar con la espátula.
 
Espero que os haya gustado, ¡fácil, buena y para toda la familia!.
 
Besazos a mogollón:

Eva



domingo, 1 de junio de 2014

Layer cake de chocolate y frutos rojos.



Que sí, que ya lo sé: que estamos en plena operación bikini....
Si, vale. Pero, total, un poquito de chocolate (porque los frutos rojos no cuentan, que son frutos...) no nos va a hacer daño; al contrario, nos va a hacer muuuuucho bien.
 

El chocolate nos pone de buen humor, nos da alegría, felicidad... En fin, que son todo ventajas. Sin abusar, eso si, porque si no lo que nos va a dar es un pandero como una carpa de circo... Pero oye, que una vez a la semana darse un capricho de estos, pues tenía que ser obligado, la verdad.
 

Esta vez he juntado mis dos pasiones: el chocolate y los frutos rojos.
 
He de confesar que.... ¡me daba miedo hacer esta tarta por si me la comía entera! ¡Me daba  miedo  mientras la preparaba por si me la comía cruda!! ¡Me daba miedo mientras la montaba por si no llegaba a casa de mi madre!! Y ,sobretodo, sobretodo... ¡me daba miedo que acabara, enterita, en la parte inferior de mi bikini!!!

 
Pero lo he conseguido, llegó sana y salva a la sobremesa del domingo.  Y ahí sí que sí, ni bikini ni leches. Ahí me zampé mi trozo de tarta de chocolate y frutos rojos que tanto deseaba desde que empecé a hacerla... ¡Y mereció la pena esperar!!
 
¡Está tremenda!!!! Así que vamos con la receta:
  

Para el bizcocho:

- 100 g de chocolate negro.
- 250 g de harina.
- 1/2 sobre de levadura en polvo.
- 1 cucharadita de sal.
- 250 g de azúcar moreno.
- 125 ml de aceite de girasol.
- 250 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- 2 huevos batidos.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 2 botes de frutos rojos en conserva (600ml).
- 2 cucharadas de mermelada de frutos rojos.
 
Untamos con aceite dos moldes de 23 cm (yo usé dos de 18 y me sobró masa para hacer un bundt cake) y precalentamos el horno a 180º C.
 
Derretimos el chocolate en el microondas.
 
Tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato sódico en un recipiente grande. Agregamos la sal y el azúcar, luego removemos y vamos añadiendo el aceite y la nata.
 
Agregamos también el chocolate fundido.
 
Ahora es el turno de incorporar los huevos batidos, el extracto de vainilla y 60 ml de agua caliente. Por último echamos también los frutos rojos y la mermelada.
 
Repartimos la masa entre los dos moldes y horneamos 25 minutos. Después dejamos enfriar sobre una rejilla y desmoldamos.

 
Ganache:
 
- 300 ml de chocolate negro.
- 300 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
 
Troceamos el chocolate en un bol.
 
Ponemos a calentar la nata hasta que hierva y echamos sobre el chocolate. Removemos hasta que esté completamente disuelto. Dejamos enfriar y metemos en la nevera hasta el día siguiente.
  

Nata de frambuesa:
 
- 300 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- 1 sobre de gelatina de frambuesa.
- Azúcar glas al gusto.
 
Montamos la nata y vamos incorporando el sobre de gelatina y el azúcar glas. Batimos hasta que esté montada. Guardamos en la nevera.

 
Montaje:
 
Cortamos y nivelamos los dos bizcochos. Yo esta vez he utilizado tres capas porque he querido aumentar el relleno, con lo cual si le ponía cuatro bizcochos resultaba demasiado alta, para mi gusto claro...
 
Primero ponemos una capa de ganache (que previamente habremos sacado de la nevera una media hora antes mínimo). Que digo una capa, una buena capa, sin miramientos, ni remordimientos ni na. Encima, otra de mermelada de frutos rojos y, para rematar, la nata (para que resulte más fácil incorporar la nata, yo utilicé una manga pastelera con una boquilla redonda). Ponemos el otro bizcocho y repetimos la operación. Tapamos con el tercero y cubrimos con la nata de frambuesa.

Para adornarla, yo puse un poco de ganache de chocolate en una manga pastelera con una boquilla redonda y frutos rojos encima. Para rematar ralle un poquito de chocolate blanco y lo espolvoreé por encima. ¡Toma castaña!
 

¡Y a disfrutar de lo lindo!!! Y la operación bikini, si eso, ya lo dejamos para otro día...
 

Besazos a mogollón:


 
Eva.