lunes, 24 de febrero de 2014

Cheesecake de naranja y chocolate blanco.



¡Por fin un pequeño respiro de tartas de cumpleaños!

Después de Navidades y tanto cumple y celebración, estaba deseando hacer un cheesecake...


Quería algo distinto, ya que me había decidido a hacer poooooooor fin un cheesecake en el horno (hay tantos mitos con esto del cheesecake que me daba miedo, he de confesarlo). No quería que fuera un cheesecake cualquiera.


Quería, como no, combinarlo con fruta y, siendo valenciana como soy, no podía ser otra que ¡la naranja! ¡Ñam!, ¡ñam!, ¡requeteñam!!!


Buscando y rebuscando por la red, me encontré con esta receta de "Luís Morera", que me pareció muy interesante y me puse manos a la obra. Eso sí, partí las cantidades porque me parecía que iba a salir un cheesecake enoooorme. ¡Y acerté!

Para un molde desmontable de 18 cm.

Engrasamos y forramos el molde.

Para la base:

- 150 g de galletas digestive.
- 70 g de mantequilla.
- La ralladura de una naranja.

Trituramos las galletas y derretimos la mantequilla. Mezclamos y forramos la base del molde con esta mezcla.

Para el cheesecake:

- Una taza (me refiero a las tazas medidoras, pero si no tenéis podéis usar una de café) de zumo de naranja.
- 1/2 cucharadita de jengibre.
- 450 g de queso fresco.
- Una taza y media de azúcar.
- La ralladura de 2 naranjas.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
- 100 g de chocolate blanco para repostería.
- 2 huevos.

Por un lado, mezclamos el zumo de naranja con el jengibre.

En otro bol batimos el queso fresco con el azúcar, la ralladura y la esencia de vainilla hasta que esté cremoso. Seguimos batiendo e incorporamos, poco a poco, el chocolate blanco derretido. Batimos y agregamos los huevos uno a uno. Agregamos el zumo de naranja y volcamos en el molde.

Metemos en el horno previamente precalentado a 180º unos 35 minutos o hasta que los bordes se despeguen. Apagamos el horno y dejamos dentro nuestro cheesecake hasta que esté completamente frio. Metemos en la nevera 6 horas.

Cuando haya pasado este tiempo ya podemos desmoldar y devorar este manjar.



Yo, como siempre, para rematar, adorné con mermelada de naranja, rodajas de naranja y nata.


Lo dicho...¡una locura!


Besazos a mogollón.


Eva.


domingo, 16 de febrero de 2014

Tarta malteses con amor.



Cuando eres feliz, se nota.



Cuando estás a gusto con alguien, se nota.

Cuando encuentras a la persona que se complementa contigo, que te entiende, te quiere, te apoya y, sobretodo, te respeta, se nota.


Miguel es esa persona. De las más importantes para mi. ¡Y se me nota!

Mi amor, mi vida, mi media mitad, mi amigo, mi confidente, mi compañero de fatigas y alegrías, la mejor persona que se puede tener al lado.


Como siempre te digo cari, TÚ eres lo mejor de mi. Y sabes cuanto te quiero.¡Qué suerte tenerte y compartir mi vida contigo!

¡FELICIDADES AMOR!! ¡Pooooor fin ha llegado el día de tu cumpleaños!


Y digo por fin porque, desde septiembre que es mi cumpleaños y hasta febrero que es el suyo, tengo que aguantar una retaila de improperios salidos de esa boquita que Dios y su santa madre le dieron, repitiéndome, una y otra vez, ¡que es dos años más joven que yo!! ¡Y es mentira, señoras y señores!!! Nos llevamos exactamente 1 año, 5 meses y 8 días. ¡He dicho!


Y como la ocasión lo merecía, he hecho esta minitarta de malteses. ¡Ale!, ¡qué no se diga!

Para un molde de 10 cm.

Para el bizcocho:

- 70 g de chocolate negro.
- 90 ml de leche.
- 1 huevo.
- 140 g de azúcar moreno.
- 50 g de mantequilla, a temperatura ambiente.
- 90 g de harina.
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo.
- 1/2 cucharadita de cacao en polvo.

Precalentamos el horno a 160º. Preparamos y engrasamos los moldes.

Ponemos el chocolate, la leche y la mitad del azúcar en un cazo. Llevamos a ebullición, removiendo con las varillas manuales. Reservamos.

Por otro lado, ponemos la mantequilla y el resto del azúcar en un bol. Batimos hasta que blanquee y se vea esponjosa.

En otro bol, batimos el huevo y los vamos añadiendo, poco a poco, a la mezcla de mantequilla.

Tamizamos la harina, junto con la levadura, el bicarbonato, la sal y el cacao en polvo; y se lo añadimos en dos veces a la preparación de mantequilla.

Vertemos lentamente la mezcla de chocolate mientras batimos.

Echamos de inmediato la mezcla en los moldes y horneamos 30-40 minutos o hasta que pinchemos y el palillo salga limpio.

Para el ganache de chocolate:

- 150 g de chocolate negro.
- 150 ml de nata con más del 35% de materia grasa.

Ponemos a calentar la nata hasta que hierva. En un bol troceamos el chocolate y vertemos la nata caliente por encima. Removemos bien hasta que se disuelva por completo el chocolate. Reservamos en la nevera al menos 12 horas. Sacar media hora antes de utilizarlo.

¡Y a montar la tarta!

Cortamos y nivelamos los bizcochos. Rellenamos con el ganache de chocolate y ¡cubrimos toooooooda la tarta con malteses! ¡Ole, ole y ooooooooooooole!!!



¡Felicidades Miguelón!! 

Los niños, como siempre, haciendo de las suyas... ¡Ya les llegará la hora, ya!

Besazos a mogollón.


Eva.

domingo, 9 de febrero de 2014

Layer cake de chocolate y menta and ¡happy birthday brother!


Los hermanos SON nuestros primeros amigos: la mayoría de cosas las aprendemos con ellos. A jugar, a reír, a llorar, a perder... Uno de los mejores recuerdos de mi niñez es con mi hermano, jugando al Monopoli. O mejor dicho, mi hermano cabreado jugando al Monopoli porque decía que yo hacía trampas (en realidad lo que le fastidiaba era que le ganara siempre ^-^).




SON nuestros primeros enemigos: ¿con quién si no habéis tenido las peores peleas de vuestra vida? Todavía recuerdo como si fuera hoy las carreras por el pasillo de mi casa gritando como una poseída: ¡mamá!!, ¡mamá!!!!!, ¡mamááááááááá!!!!, ¡qué me mataaaaaa!!!!!! ¡Jajajaja!




SON nuestros primeros confidentes: ¡horas y horas de charlas en la habitación! Que si me ha salido una espinilla, que si fulanito no me hace caso, que si menganita dice que no le gusto, que si me queda bien el pelo así...

Y por supuesto SON nuestros "vengadores": ¡si se meten con tu hermano, se meten contigo! ¿Quién no le ha dicho alguna vez al matón de la clase de su hermano: si tocas a mi hermano, te mato?



Y es que cuando tienes un hermano, la mitad de tu corazón es suyo. Si él es feliz, tú eres feliz. Si él lo pasa mal, tú lo pasas mal. Cuando está lejos, notas ese vacío. Y cuando está a tu lado notas esa unión y esa complicidad de HERMANOS.

Tener un hermano, es tener un tesoro. Y yo tengo uno, ¡el mejor que se pueda tener! ¡Te quiero hermano!



Total, que es su cumpleaños y ya sabéis que le encanta el chocolate. Bueno, el chocolate, la vainilla, la fresa, la naranja, las moras.... Porque claro, es lo que le decía yo a mis niños, a cada uno le tenemos el gusto cogido. Más o menos tienen un sabor preferido, peeeero ¿el tío??? ¡Si al tío le gustan tooooodas las tartas!!! Si el tío cada tarta que prueba, dice: esta es sin duda la mejor, hermana. ¿Qué sabor le hacemos al tío???



En el cumpleaños de mi padre, cuando hice la orange chocolate layer cake, dijo: ¡ummmmm!, hermana, ¡ésta es la mejor de las mejores! Porque a mi me encanta el chocolate con naranja, menta.... Y yo pensé: ¡ole, ole y ooooole!!!! Adjudicado para el señor de los 33 añazos. ¡Chocolate y menta!!




Así que vamos a ello:

Para el bizcocho:

Para dos moldes de 15 cm cada uno.

La receta es la misma que utilicé para la Layer cake de chocolate y café y  la layer cake de praliné. Es de Peggy Porschen (amo a esta mujer, ¿os lo he dicho?) y creo que es mi receta súperpreferida de bizcocho de chocolate.

- 125 g de chocolate negro.
- 170 ml de leche.
- 2 huevos.
- 285 g de azúcar moreno.
- 100 g de mantequilla, a temperatura ambiente.
- 185 g de harina.
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
- Una pizca de sal.
- 10 g de cacao en polvo (yo puse una cucharadita).
- 10 gotitas de aroma de menta y chocolate. (Lo podréis encontrar en tiendas especializadas; yo lo compré aquí)

Precalentamos el horno a 160º. Preparamos y engrasamos los moldes.

Ponemos el chocolate, la leche, el aroma de menta y la mitad del azúcar en un cazo. Llevamos a ebullición, removiendo con las varillas manuales. Reservamos.

Por otro lado, ponemos la mantequilla y el resto del azúcar en un bol. Batimos hasta que blanquee y se vea esponjosa.

En otro bol, batimos los huevos y los vamos añadiendo, poco a poco, a la mezcla de mantequilla.

Tamizamos la harina, junto con la levadura, el bicarbonato, la sal y el cacao en polvo; y se lo añadimos en dos veces a la preparación de mantequilla.

Vertemos lentamente la mezcla de chocolate mientras batimos.

Echamos de inmediato la mezcla en los moldes y horneamos 30-40 minutos o hasta que pinchemos y el palillo salga limpio.

Para la crema de menta:

- 200 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- Aroma de menta al gusto.
- Azúcar glas al gusto.
- Una pizca de colorante verde en gel.

En un bol mezclamos la nata, el aroma de menta y el azúcar glas. Batimos hasta que monte.
Metemos la punta de un cuchillo en el colorante y se lo añadimos a la mezcla (¡ojo!, no os paséis que si no parecerá un campo de fútbol).

Para el ganache de chocolate y menta:

- 200 g de chocolate negro con más del 70% de materia grasa.
- 200 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- 30 g de mantequilla.
- Aroma de menta y chocolate al gusto.

Calentamos la nata con el aroma hasta que hierva y vertemos sobre el chocolate troceado. Removemos bien hasta que se integre bien el chocolate con la nata. Añadimos la mantequilla y mezclamos hasta que se disuelva. Reservamos en la nevera por lo menos 12 h.

Para el almíbar de menta:

- 100 g de azúcar.
- 100 ml de agua.
- Aroma de menta al gusto.

Ponemos en un cazo y llevamos a ebullición. Dejamos cocer 10 minutos a fuego medio y retiramos.

¡Montamos!

Cortamos y nivelamos los bizcochos, de manera que nos queden cuatro iguales. Rellenamos cada capa con el ganache de chocolate. 

Con el resto del ganache cubrimos bien toda la tarta y metemos en la nevera.

Mientras montamos la nata y preparamos una manga desechable con una boquilla de estrella cerrada. Yo usé la 1M de Wilton. Sacamos la tarta y decoramos como más nos guste.

El sabor, triunfó. Palabras textuales: ¡superbuena hermana!! ¡Felicidades hermanito! ¡El año que viene más!!!


Besazos a mogollón:


Eva.

domingo, 2 de febrero de 2014

Tarta mousse de chocolate y praliné.



¿Sabéis cuando lo tienes todo preparado para hacer una cosa y te sale mal?

¿Cuando, en el último momento, la última pieza que tiene que encajar falla?

¿Cuándo maldices una y otra vez al chocolate blanco y a lo que sea que no ha querido encajar en tu puzle mental? (Donde claramente veías que iba a quedar perfecta)


Pues eso me ha pasado a mi...
Esta entrada no iba a ser una mousse de chocolate, no... Iba a ser una mousse de kiwi cubierta de ganache de chocolate blanco.

¡Pero al señor chocolate blanco no le ha dado la gana tener la consistencia adecuada! ¡Y al señor mousse de kiwi, menos todavía! Así que he pasado de ellos. Literalmente, los he mandado al cubo de la basura... ¡No quiero malas compañías!


Y para resarcirme de tanto dolor, he llamado a mi querido y amado chocolate negro, el que nunca me falla, el que me quiere incondicionalmente...¡Siiii!!! ¡Y yo a él!!!

En este caso, he usado un chocolate con praliné que tenía por casa.  Como ya os digo, ha sido todo un poco improvisado...

¡Pero ha salido una mousse divina, fácil y preciosa!

Vamos con la receta:

Para la base:

- Un paquete de masa brisa fresca. ¡Ole! ¡Viva la vida fácil!.

Forramos un molde redondo con la masa y recortamos con un cuchillo lo que sobre por los laterales. Pinchamos la base con un tenedor y cubrimos con legumbres para que la masa no suba.

Metemos en el horno previamente precalentado a 180º unos 10/12 minutos.

Sacamos, dejamos enfriar y retiramos las legumbres.

Para la mousse (del libro de Maryan Keyes "Salvada por los pasteles"):

- 200 g de chocolate negro (yo usé con praliné, pero podéis usar el que queráis).
- 4 huevos, yemas y claras por separado.
- 2 cucharadas de azúcar.
- 200 ml de nata fría con más del 35% de materia grasa.

Derretimos el chocolate al baño maría. Dejamos enfriar y le añadimos las yemas de huevo. Batimos bien. Puede que la mezcla quede un poco "cuajada". Si veis que está demasiado espesa, añade una cucharada de agua o incluso dos.

En otro recipiente, batimos las 4 claras de huevo hasta que empiecen a montarse. Incorporamos el azúcar y seguimos batiendo hasta dejarlas a punto de nieve. En un tercer bol, batimos la nata hasta que empiece a montarse (si, otra vez a montar).

Añadimos, poco a poco y con movimientos envolventes, la mezcla de chocolate a la de nata.

Después, con una cuchara metálica grande, vamos incorporando las claras a la nata y el chocolate.

Volcamos la mousse sobre la base de masa brisa ya fría y metemos en la nevera unas 5 o 6 horas.

Para decorar:

- 250 g de queso mascarpone.
- 200 ml de nata fría con más del 35 % de materia grasa.
- Azúcar glas al gusto.
- Cacao en polvo.

Batimos el queso mascarpone con el azúcar glas hasta que esté todo bien integrado. Sin dejar de batir incorporamos la nata y seguimos batiendo hasta que monte.

Preparamos una manga pastelera con una boquilla rizada y la llenamos con la crema mascarpone. Decoramos la tarta.

En un colador grande ponemos dos cucharadas de cacao en polvo y espolvoreamos sobre la tarta.


¡Y listo! Ya os digo, ¡buenísima y facilísima!


Besazos a mogollón:

Eva.