Los hermanos SON nuestros primeros amigos: la mayoría de cosas
las aprendemos con ellos. A jugar, a reír, a llorar, a perder... Uno de los mejores recuerdos de mi niñez es con mi hermano, jugando
al Monopoli. O mejor dicho, mi hermano cabreado jugando al Monopoli porque decía que yo hacía trampas (en realidad lo
que le fastidiaba era que le ganara siempre ^-^).
SON nuestros primeros enemigos: ¿con quién si no habéis tenido
las peores peleas de vuestra vida? Todavía recuerdo como si fuera
hoy las carreras por el pasillo de mi casa gritando como una poseída:
¡mamá!!, ¡mamá!!!!!, ¡mamááááááááá!!!!, ¡qué me
mataaaaaa!!!!!! ¡Jajajaja!
SON nuestros primeros confidentes: ¡horas y horas de charlas en la
habitación! Que si me ha salido una espinilla, que si fulanito no me
hace caso, que si menganita dice que no le gusto, que si me queda bien el pelo así...
Y por supuesto SON nuestros "vengadores": ¡si se meten
con tu hermano, se meten contigo! ¿Quién no le ha dicho alguna
vez al matón de la clase de su hermano: si tocas a mi hermano, te
mato?
Y es que cuando tienes un hermano, la mitad de tu corazón es
suyo. Si él es feliz, tú eres feliz. Si él lo pasa mal, tú lo
pasas mal. Cuando está lejos, notas ese vacío. Y cuando está
a tu lado notas esa unión y esa complicidad de HERMANOS.
Tener un hermano, es tener un tesoro. Y yo tengo uno, ¡el mejor
que se pueda tener! ¡Te quiero hermano!
Total, que es su cumpleaños y ya sabéis que le encanta el
chocolate. Bueno, el chocolate, la vainilla, la fresa, la naranja,
las moras.... Porque claro, es lo que le decía yo a mis niños, a
cada uno le tenemos el gusto cogido. Más o menos tienen un sabor
preferido, peeeero ¿el tío??? ¡Si al tío le gustan tooooodas las
tartas!!! Si el tío cada tarta que prueba, dice: esta es sin duda
la mejor, hermana. ¿Qué sabor le hacemos al tío???
En el cumpleaños de mi padre, cuando hice la orange
chocolate layer cake, dijo: ¡ummmmm!, hermana, ¡ésta es la mejor
de las mejores! Porque a mi me encanta el chocolate con naranja,
menta.... Y yo pensé: ¡ole, ole y ooooole!!!! Adjudicado para el
señor de los 33 añazos. ¡Chocolate y menta!!
Así que vamos a ello:
Para el bizcocho:
Para dos moldes de 15 cm cada uno.
La receta es la misma que utilicé para la Layer
cake de chocolate y café y la
layer cake de praliné. Es de Peggy Porschen (amo a esta mujer,
¿os lo he dicho?) y creo que es mi receta súperpreferida de
bizcocho de chocolate.
- 125 g de chocolate negro.
- 170 ml de leche.
- 2 huevos.
- 285 g de azúcar moreno.
- 100 g de mantequilla, a temperatura ambiente.
- 185 g de harina.
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
- Una pizca de sal.
- 10 g de cacao en polvo (yo puse una cucharadita).
- 10 gotitas de aroma de menta y chocolate. (Lo podréis encontrar
en tiendas especializadas; yo lo compré aquí)
Precalentamos el horno a 160º. Preparamos y
engrasamos los moldes.
Ponemos el chocolate, la leche, el aroma de menta y la mitad del azúcar
en un cazo. Llevamos a ebullición, removiendo con las varillas
manuales. Reservamos.
Por otro lado, ponemos la mantequilla y el resto del
azúcar en un bol. Batimos hasta que blanquee y se vea esponjosa.
En otro bol, batimos los huevos y los vamos
añadiendo, poco a poco, a la mezcla de mantequilla.
Tamizamos la harina, junto con la levadura, el
bicarbonato, la sal y el cacao en polvo; y se lo añadimos en dos
veces a la preparación de mantequilla.
Vertemos lentamente la mezcla de chocolate mientras
batimos.
Echamos de inmediato la mezcla en los moldes y
horneamos 30-40 minutos o hasta que pinchemos y el palillo salga
limpio.
Para la crema de menta:
- 200 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- Aroma de menta al gusto.
- Azúcar glas al gusto.
- Una pizca de colorante verde en gel.
En un bol mezclamos la nata, el aroma de menta y el azúcar
glas. Batimos hasta que monte.
Metemos la punta de un cuchillo en el colorante y se
lo añadimos a la mezcla (¡ojo!, no os paséis que si no parecerá
un campo de fútbol).
Para el ganache de chocolate y menta:
- 200 g de chocolate negro con más del 70% de
materia grasa.
- 200 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- 30 g de mantequilla.
- Aroma de menta y chocolate al gusto.
Calentamos la nata con el aroma hasta que hierva y
vertemos sobre el chocolate troceado. Removemos bien hasta que se
integre bien el chocolate con la nata. Añadimos la mantequilla y
mezclamos hasta que se disuelva. Reservamos en la nevera por lo menos
12 h.
Para el almíbar de menta:
- 100 g de azúcar.
- 100 ml de agua.
- Aroma de menta al gusto.
Ponemos en un cazo y llevamos a ebullición. Dejamos cocer 10 minutos a fuego medio y retiramos.
¡Montamos!
Cortamos y nivelamos los bizcochos, de manera que nos queden cuatro iguales. Rellenamos cada capa con el ganache de chocolate.
Con el resto del ganache cubrimos bien toda la tarta y metemos en la nevera.
Mientras montamos la nata y preparamos una manga desechable con una boquilla de estrella cerrada. Yo usé la 1M de Wilton. Sacamos la tarta y decoramos como más nos guste.
El sabor, triunfó. Palabras textuales: ¡superbuena hermana!! ¡Felicidades hermanito! ¡El año que
viene más!!!
Besazos a mogollón:
Eva.
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