domingo, 7 de julio de 2013

Piña colada layer cake y divagaciones varias.


Piña colada... Ayns... sólo el nombre ya te hace divagar...

Yo, es que, es oír piña y colada (no la de la ropa ¿eh?, que esa es oírla y entrarme ganas de salir corriendo) y pensar en palmeras, playas cristalinas y cócteles a tuti-pleni...


Me diviso a mi misma, bajo la palmera; en una tumbona, de esas que dan ganas de quedarse a vivir en ellas; con mis gafas de sol, de esas que te hacen parecer interesante; con mi pamela, también de esas, que no molestan cuando te tumbas y quedan monísimas (no como las que yo me compro todos los años en los chiringos de souvenirs que no hay manera de mantenerlas en su sitio y que es apoyar la cabeza en la toalla -porque de tumbona ni hablamos- y clavársete por to los sitios); y pidiéndole al camarero (si, también a uno de esos morenazos que salen por la tele y que deben de vivir en ella, porque en las playas reales ¡no se les ve!), una piña colada... ¡Aaaaaaaaayyyyyyyyynnnnnnnnnsssssssssss!!. Y yo, monísima con mi pamela, mi tumbona, mis gafas, mi piña colada, y el camarero morenazo sonriéndome...


Y, de repente, cuando estoy metida de lleno en mi divagación, viene uno de mis hijos y así, sin miramiento ninguno, ni aviso previo ni na, de un manotazo me devuelve a la relidad. ¡Mamaaaaaaa!!!!, ¡mamaaaaaaaaaaaaaaa!!!! Y ya no hay palmeras, ni tumbona, ni pamela, ni gafas, ni morenazo... Pero eso sí, ¡sin piña colada no me quedo!!! Y además en una versión inmejorable, ¡layer cake!! ¡A por ella!!.

La receta del bizcocho es delblog cocinerando. Tiene unas cosas...Ummmm, me encanta, sus recetas y su estilo. Daos un paseito por él, que os va a gustar mucho.

- 300 gr. de harina.
- 180 gr de azúcar.
- 3 huevos.
- 1 yogur de coco.
- 50 gr. de coco rallado.
- 80 ml de aceite de girasol (yo usé de repostería).
- 40 ml de almíbar de piña (yo usé el de la lata).
- 20 ml. de ron añejo.
- 5 rodajas de piña en almíbar (yo usé en su jugo, ya sabéis que soy de poco dulce extra).
- 1 sobre de levadura.


Para el relleno:

- 400 ml. de nata  con más del 35% de materia grasa.
- 250 ml. de queso mascarpone.
- 250 ml. de queso cremoso.
- Azúcar glas al gusto.
- 2 cucharadas de mermelada de piña (yo usé la de La Vieja Fábrica, que me encantaaa).
- 2 cucharadas de ron.
- 2 cucharadas de coco rallado.
- 1 hoja de gelatina neutra.


Para el almíbar de piña:

- 60 ml. del jugo de la lata de piña.
- 30 ml. de ron.


Para decorar:

- 400 ml. de nata fría con más del 35% de materia grasa.
- Colorante en gel amarillo.
- Rodajas de piña en almíbar.
- Mermelada de piña.
- Azúcar glas al gusto.
- 2 cucharadas de harina de maíz.
- 1 cucharada de coco rallado.
- Un chorreoncito de ron (alegría, alegría).
- Un poquito del jugo de la piña.
- Un poco de coco rallado.

¡Al lio!

Preparamos los moldes. La receta es para dos moldes de 18 cm. Y precalentamos el horno a 180º.


Para el bizcocho:

Batimos los huevos con el azúcar y el almíbar 2 o 3 minutos a velocidad media. Añadimos el yogur, batimos e incorporamos el aceite y el ron en hilo sin dejar de remover.

Trituramos la piña y la añadimos junto con el coco rallado. Batimos.

Por último, volcamos la harina (mezclada con la levadura y tamizada) y batimos hasta que esté integrada.

Repartimos la mezcla en los moldes y metemos en el horno. Ya os digo que ¡huele de maravilla!!! Tal cual como una piña colada.


La mousse:

Ponemos a hidratar la gelatina en un vaso con agua fría 2 minutos.

En un cazo ponemos la nata, los dos quesos, el azúcar, la mermelada de piña, el coco y el ron. Removemos hasta que esté todo bien mezclado. Retiramos del fuego, escurrimos la hoja de gelatina y se la añadimos. Removemos bien hasta que esté completamente disuelta. Dejamos templar y metemos un ratito en la nevera, hasta que coja un poco de consistencia.


El almíbar:

Mezclamos el jugo de la piña con el ron y ¡listo!!


La decoración:

Vertemos la nata bien fría en un bol (si podéis meterla 5 minutos antes en el congelador, mejor) y empezamos a batir. Cuando empiece a montar, le vamos añadiendo el azúcar, poco a poco, y el colorante. Seguimos batiendo hasta que este completamente montada.

Montamos nuestro cóctel ¡Ole!.

Cortamos los dos bizcochos por la mitad.

Colocamos uno en el plato en que vayamos a montar la tarta. A continuación, cogemos el aro del molde que hemos utilizado para hacer los bizcochos y lo metemos dentro, cerramos el molde y forramos con papel de acetato (lo podéis encontrar en cualquier papelería).
Rociamos el bizcocho con el almíbar de piña y ron. ¡ Oooooooooooole!! Sacamos la mousse de la nevera y vertemos una buena capa por encima (yo he utilizado un cazo grande y he puesto dos cazos por capa de bizcocho). Ponemos otro bizcocho y vamos repitiendo la operación hasta el último. No os preocupéis si sobresale el relleno por las paredes de la tarta, luego quedará todo cubierto.














La metemos en la nevera 4 horas mínimo. Mejor toda la noche.

Vale, y ahora viene lo superchungo: ¡desmoldarla!! Yo, no sé vosotr@s, pero cada vez que tengo que hacer una tarta de queso o una de mousse, me estresa mogollón la hora de desmoldarla...
Bueno, pues eso, sacamos la tarta de la nevera y con extremo cuidado desmoldamos. Si nos sale bien, es obligado dar unos saltitos y unos giros en la cocina. ¡Incluso estaría bien darnos unos cuantos besos nosotras mismas!! 

Cogemos la nata montada y vamos cubriendo con ella toda la tarta. Con una buena capa, ¿eh? Cuando la tengamos totalmente cubierta, la metemos en la nevera unos 30 minutos.

Mientras tanto, ponemos a calentar la mermelada de piña (yo calenté toda la que me sobró de bote; ¡ale, pa que no falte!!) junto con la harina de maíz, el coco, un poco de jugo y el chorreon de ron, ¡ole! Removemos hasta que esté completamente integrado, calentamos un par de minutos y retiramos del fuego. Dejamos atemperar.



Sacamos la tarta. Si quereis, con la ayuda de la manga pastelera y una boquilla redonda, le podemos hacer los bordes para que no se derrame la salsa. Vertemos la salsa de piña por encima  y ¡nos la zampamos!!!!


La verdad, que esta tarta ha sido todo un reto y me he probado a mi misma que se puede ir improvisando sobre la marcha. Y que de los errores se aprende y, hasta hay veces, que salen cosas estupendas como estas, porque tengo que confesar que la mousse de piña no iba a ser tal, peeero salió así y creo que fue todo un acierto, porque le aporta frescor a la tarta.


Y nada, ya os dejo, hasta la semana que viene. Voy a ir a por un trocito de mi layer cake de piña colada y me voy a poner a divagar en el sofá: playas cristalinas... piña colada... camareros morenazos... pamelas estupendas...palmeras inclinadas...


Besazos a mogollón:

Eva.



















6 comentarios:

  1. Hola! Madre mía qué pintaza! has vestido de fiesta mi bizcocho! Muchas gracias por avisar y dedicarme esas palabras :)
    Voy a ver qué más golosadas tienes por aquí ;)
    Besos

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    1. Hola Wada! Gracias a ti, por esa maravilla de bizcocho! estaba buenísimo!! Me ha hecho muchísima ilusión que me dediques estas palabras.Un besazo!!

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  2. Que buenísima!!! Con lo que me gusta la piña colada!!! mmm

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  3. Mmm...tiene una pinta deliciosa!!, esta caerá seguro :)). Gracias por compartirla.

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Me gustaría mucho que dejaraís vuestra opinión! Besitos Eva.