Muffins de chocolate blanco... en pareja.

Lo primero, es lo primero. Y lo primero hoy es poder deciros que ¡¡siii!!! ¡Lo logré!!! He conseguido hacer una receta que no sea de Peggy Porschen.

Vale, ya está. Ya me siento mucho mejor.

Esta semana no quería complicarme mucho. Y además la receta tenía que ser de algo comestible por tandas; y transportable. Me explico: ¡este finde nos hemos ido a la Warner!. Y claro, no he tenido tiempo de nada (reposterilmente hablando). Así que, era la mejor ocasión para darle una oportunidad a estos muffins del libro "Muffins y Cupcakes. Bocados exquisitos" de Lucrecia Pérsico.

Fáciles, rápidos, se pueden llevar de viaje, se pueden guardar por separado, se pueden repartir... La verdad es que... ¡son la bomba!.

Ella les llama Muffins en pareja. ¿El por qué? Ni idea. Pero si ella lo dice, será que tienen que ser engullidos en pareja. Como no especifica, supongo que podrá ser con tu hijo/a, tu amigo/a o con tu perro/a... Que más da, ¿no?.

La verdad es que se hacen en un plis y están megabuenos. Se nota mogollón el sabor del chocolate blanco. Y yo, sinceramente os lo digo, me los he comido en pareja, en familia y ¡hasta sola, oye!.

Ale, pues vamos con la receta:

Para 12 Muffins grandotes.

- 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente.

- 100 gr. de azúcar.

- 2 huevos.

- 250 gr. de harina.

- Una cucharadita de levadura.

- 5 cucharadas de leche.

- 200 gr. de chocolate blanco.

- Azúcar glas para decorar.

¡Al lio!:

Precalentamos el horno a 180º.

Ponemos la mantequilla en un bol y la batimos. Cuando esté blanda, le añadimos poco a poco el azúcar sin dejar de batir y luego los huevos uno a uno. Tamizamos la harina con la levadura y la sumamos a la masa; cuando se haya incorporado, agregamos la leche. Con ayuda de un pela-patatas (si tenemos; y si no con un cuchillo) hacemos virutas con el chocolate blanco y lo añadimos a la preparación mezclándolo con movimientos envolventes.

Rellenamos los moldes hasta medio centímetro del borde y horneamos los muffins durante 25 minutos.

¡Y listos! No digáis que no es fácil... Así que no tenéis escusa para no hacerlos. Y si os apetecen de chocolate negro, sólo tenéis que sustituir el blanco y en paz.

Yo les he puesto azúcar glas espolvoreada con un colador y unos corazoncitos de fondant. Lo de "en pareja" ha sacado mi lado romántico...¡ayns!.

Aquí os dejo un remember de lo que ha sido el finde en la Warner, la verdad es que ¡lo hemos disfrutado a tope!!.

Besazos a mogollón.

Eva.