¡Mi primer bundt cake!¡Ole!.
No voy ha decir las ganas que tenía de hacerlo, porque pensaréis.... Siiií, Eeeeva, las mismas que tenías de hacer la cheesecake de oreos, las mismas que tenías de hacer los mini donuts de canela, las mismas que tenías de hacer una naked cacke... ¡Las mismas que tienes de todo Eva!!.
¡Y siiiiiiiii! T_T ¡Es verdad! Pero en serio, ahora de verdad, de verdad de la buena, ¡no sabéis las ganas que tenía de hacer un bundt cake! Palabrita del niño Jesús.
La razón más poderosa por la que todavía no había hecho un bundt cake, mayormente era que no tenía molde de bundt cake porque son megacaros y yo soy megapobre T_T.
Pero gracias a Dios existe Lidl (la calidad no es cara) y en una de sus ofertillas encontré este molde que era muy asequible a mi bolsillo. Y oye, que vale, no es tan bonito y grande como los que se ven por ahí... pero que queréis que os diga, ¡a mí me ha encantado como ha quedado!
Y como estrenar mi querido molde requería de una receta de Champions League, he vuelto a las andadas.... y siiiiii, ¡lo he hecho!!!: ¡he vuelto con Peggy!!!!! Y como siempre que la he necesitado, mi Peggy ha dado la talla.
¡Vamos con la receta!
Para el bizcocho:
- 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 250 gr. de azúcar.
- Una pizca de sal.
- Las semillas de una vaina de vainilla.
- 5 huevos medianos.
- 250 gr. de harina con levadura, tamizada.
- 25 gr. de cacao en polvo.
- Colorante líquido rosa.
- Azúcar glas para espolvorear.
Para el almíbar:
- 150 ml. de agua.
- 150 gr. de azúcar.
¡Al lio!
Precalentamos el horno a 175ºC.
Ponemos la mantequilla, el azúcar, la sal y las semillas de vainilla en un bol y batimos hasta que la preparación blanquee y esté esponjosa.
Batimos ligeramente los huevos en otro cuenco y los añadimos poco a poco a la mezcla anterior sin dejar de batir. Por último, incorporamos la harina tamizada.
Dividimos la masa en tres partes iguales. Mezclamos la primera con un poco de colorante rosa. La segunda con el cacao y la leche. La tercera la dejamos tal cual.
Vertemos la masa rosa en el fondo del molde, seguida de la de chocolate y la natural.
Para "marmolear", removemos cuidadosamente las tres preparaciones con un tenedor o espátula. Horneamos una hora aproximadamente, dependiendo del horno y del molde. Si utilizamos un molde hondo, el bizcocho tardará más tiempo en cocerse. Para comprobar si el bizcocho está cocido, podemos insertar un cuchillo en el centro del bizcocho, este debe salir limpio.
Mientras preparamos el almíbar. Vertemos el agua y el azúcar en un cazo y llevamos a ebullición. Cocemos a fuego lento hasta que el azúcar se haya disuelto. Dejamos enfriar ligeramente.
Una vez hayamos horneado el bizcocho, lo dejamos reposar unos 10 minutos fuera del horno. Utilizando un pincel de silicona, remojamos la superficie con el almíbar mientra todavía está caliente; esto permite que el almíbar se absorba con más rapidez. Si la superficie no nos ha quedado nivelada, la nivelamos con ayuda de un cuchillo antes de desmoldar.
Una vez templado, retiramos del molde y lo dejamos enfriar por completo en una rejilla.
Espolvoreamos la superficie con azúcar glas antes de servirlo a temperatura ambiente.
¡Y listo! Si no tenéis molde de bundt cake podéis hacerlo en cualquier otro, of course, pero la verdad es que la versión bundt mola.
Besazos a mogollón.
Eva.
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